El día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, secundaron la huelga 172 paises y sorprende que el país que más se movilizó fue España. Así fue recogido por toda la prensa internacional.
Yo reconozco que estuve, y ya me tomo con calma estas cosas, pero me sorprendió ver tanta gente joven, adolescentes de Instituto reivindicando, pero también fue triste ver como los partidos políticos estaban a la greña. Cuando todo es política, pero sería bueno discernir y no sacar del contexto lo que significa ese dia del 8 de marzo para las mujeres.
En Occidente estamos en otro estadío, pero en los países árabes, por ejemplo, que no pueden ni conducir en pleno siglo XXI... O estas 200 niñas que raptaron en Africa para objeto sexual y pocas han aparecido, y los medios pronto han dejado de hablar de ello. Con la disculpa de la religión los hombres tienen que poner el burka a las mujeres para taparlas con el objeto de someterlas y aislarlas de la cultura y de todo. Y no podemos dejar de nombrar la aberración que sigue siendo la ablación y que las Naciones Unidas siguen permitiendo, por muy cultural, religioso y ancestral que sea, y todo lo que quieran. Que es una agresión al cuerpo de la mujer, que provoca un gran sufrimiento y a veces la muerte.
A veces las feministas criticaban a Freud y Lacan, pero si algo hicieron fue permitirles hablar de su malestar, aquello donde el cuerpo hablaba por ellas en enfermedades psicosomáticas, pudieron ponerle palabras en esa Viena decimonónica encorsetada. Los hombres se tendrán que acostumbrar a lo que las mujeres deseen, aunque les cueste tendrán que sostener lo que les asusta de ellas.
La mujer quiere estar viva y formar parte activa de la sociedad. Somos el 51% de la población del planeta; si la mujer se para, el mundo desaparece. Tendremos que aprender a convivir, a criar los hijos y la mujer sin dejar de ser mujer y el hombre sin dejar de ser hombre, tenemos que conseguir un mundo más justo.
