lunes, 16 de abril de 2018

Siria


Estos dias las imágenes de la guerra de Siria son aterradoras. Los medios de comunicación les dedican poco tempo, ya no son noticia de actualidad (una guerra que dura ya 7 años). Dedican horas a los rifirrafe del duelo de reinas y lo paradójico es que también la prensa internacional recoge la noticia... absurdo.

Deberíamos estar más preocupados por las terribles injusticias que acontecen en el mundo. La guerra de Siria está devastándolo todo. Tantas vidas humanas perdidas, niños, mujeres viviendo constantemente en pánico, con la muerte ahí enfrente y sin solución. Las ciudades destruidas, tantos hogares violados, donde seguro que había vida, risas, familias en torno a una mesa. Gente que se casa, hijos que vienen a este mundo. Cualquier ser humano en el mundo, se merece tener calidad de vida y cumplir sus sueños y no ver morir a sus seres queridos constantemente.

La política que se está aplicando con la guerra de Siria no puede ser más perversa. Sólo hay que pensar en el éxodo que ha provocado la necesidad de encontrar donde asentarse tantos seres humanos... y cuántos quedan engullidos por el mar Mediterráneo. La impresión que causa ver las últimas imágenes de los ataques con armas químicas es escalofríante, y a mí me producen dolor y vergüenza. Y uno se pregunta a que se dedican las “Naciones Unidas”.

Que si Putin protege a Al Assad, que si hace valer su veto, pues tiene grandes intereses en la zona. ¿A que precio?. Que si Donald Trump  se erige como Dios del planeta, ahora EEUU amenaza, y saben que si quieren pueden parar esta locura perversa cuando les venga en gana. Que se dejen de pantomimas.

Los seres humanos damos para poco, se nos da muy bien mirar para otro lado. Es como si no fuera con nosotros. Cuando sale la lista de Forbes, algunos la miran. Pero a la gente con ética, ¿qué más les da la lista? No les importa. En el mundo hay muchos seres humanos que no desean ese dolor a sus semejantes.

Es más, somos la inmensa mayoría en el planeta que queremos la paz.