Covid-19
Estos
días he leído artículos de algún filósofo o lingüista donde aprecian como el término "guerra" es utilizado
incorrectamente en esta crisis sanitaria, pues consideran que esto es
una "catástrofe", como si fuera un terremoto o un
tsunami. Llamar al fenómeno una "guerra" les parece
frívolo. Pues en la guerra hay un enemigo humano, ellos creen que se
da al virus una categoría que lo humaniza. En una guerra es evidente
que se enfrentan entre los de la misma especie. Aconsejo buscar en el
diccionario todas las acepciones del término "guerra".
Hacen
una correcta exposición y sobre esto no tengo nada que decir, pero
ellos matizan que no se debe utilizar el término "guerra"
como una metáfora en esta pandemia. Yo desde mi saber como
lacaniana, que estudio el lenguaje desde los orígenes de la
construcción del sujeto, pues justo es sujeto porque su psique
construyó el lenguaje, me pregunto, ¿cómo utilizar correctamente
el lenguaje?. Aquí entramos en arenas movedizas, los humanos somos
distintos de otros seres que compartimos el planeta. Y vamos a
centrarnos en los virus. Ellos quieren subsistir y para eso necesitan
células, huéspedes que los mantengan. No voy a escribir sobre el
VIH, que justo buscó la célula linfocito-T donde el ser humano
tiene sus defensas para poder vivir.
Este
coronavirus es digno de estudio, ha desarrollado un sistema de
contagio impresionante. Justo cuando la patología se agrava, entra
en los alveólos pulmonares donde se acaba acomodando, y los destruye
aprovechando los huéspedes de edad avanzada, y con la muerte del
huésped se extingue, el virus se "suicida".
Evidentemente no son humanos, parece que la forma que tienen de
existir es paradógica: a los niños y a los jóvenes los utilizan de
huéspedes, y en las personas mayores puede ser letal, es como si
fuera una forma de hacer selección de especie. No son humanos pero
luchan para buscar huéspedes para seguir existiendo.
Me
río de las guerras entre humanos, somos unos ingenuos, con todo el
respeto a los de mi especie y sus ideales dogmáticos. Es evidente
que en una guerra entre humanos se mata, se destruye, a veces por
intereses políticos, a veces por una estúpida frontera. Y viene un
virus deshumanizado que pasa las fronteras del planeta sin ningún
pasaporte, no necesita visados, y aquí utilizo yo el término
"guerra". El coronavirus, sin tener alma ni sentimientos
consigue hacernos sentir insignificantes. A ellos sólo los podemos
ver a través de un microscopio. Pero es evidente que nos ponen en
pie de guerra; una catástrofe no hace sentir igual al sujeto,
y no es una metáfora, ¿cuántas veces he oído a los pacientes ante
enfermedades decir, "ganaré esta guerra, batalla a batalla"?,
y yo no los corrijo, me parece correcto.
En
este momento, con todo un país confinado, yo no encuentro apropiado
utilizar el término "catástrofe", pues alarmaría mucho
más a la población. El término "guerra" lo utilizamos a
menudo. El cine lo ha sacado de esa categoría bélica: la Guerra de
las Galaxias, la Guerra de los Rose, etc, y coloquialmente lo
utilizamos muchas veces: esta familia está en guerra, estos niños
no paran de guerrear, etc...
A
mi entender el ser humano es muy fuerte pero muy frágil, y ahora hay
que pensar cómo se utiliza el lenguaje. Yo aconsejaría leer "El
malestar en la cultura" de Freud o algún seminario de Lacan
referente al lenguaje. Evidentemente los filósofos y lingüistas son
eruditos y puristas y los políticos demasiado dogmáticos. Los
seres humanos no sienten esto que está pasando como una catástrofe
ecológica o nuclear, no pueden evitar darle al virus la categoría
de enemigo al que tienen que vencer. El ser humano es así, ante
la muerte, ante la incertidumbre, y a la pregunta de la finitud ,
todos reaccionan de manera parecida. Esta mañana yo estaba
escuchando a dos jóvenes sanitarios en su angustia. Ellos, que
trabajan en la UCI, sentían que estaban en la guerra y les atacaba
el virus COVID-19 aunque no sea de su especie. Les despertaba una
angustia y una ansiedad desconocidas.
Tendríamos
que reflexionar los seres humanos sobre nuestra actitud hacia el
planeta, pues no vivimos solos, invadimos espacios de otras especies,
de la selva, lugares que no nos pertenecen, los deforestamos. No soy
bióloga ni científica pero sabemos que existen muchos coronavirus
en otras especies animales, y estamos consiguiendo que muten y puedan
invadir nuestro cuerpo y enfermarnos. Vamos, que podemos ser sus
huéspedes. Creo que despúes de la actual pandemia, que ya ha
habido otras, debiéramos de aprender que no todo vale.
Dejemos que el orden de la vida fluya y que todos los seres que
compartimos el planeta podamos convivir sin invadirnos unos a otros .
Porque uno llega a pensar que tenemos todas las de perder.
En
este confinamiento el ser humano está sintiendo una gran
incertidumbre . Es importante plantearse los valores, lo que es
necesario y lo que no es necesario. Paremos un poco,
que estamos aquí de paso y no destruyamos el planeta, que es la casa
nuestra y de nuestras generaciones venideras. Aprendamos y no
olvidemos la lección que nos está dando esta pandemia.