En estos
dias el caso de la violación de una joven de 18 años por
cinco jóvenes (pero no tan jóvenes) que se hacen llamar "la
manada" ha provocado una revuelta social y mediática sin
precedentes. La sentencia es sólo de abuso sexual y uno de los tres
magistrados emitió un voto particular tachándolo de
jolgorio y recocijo sexual... en fin, sin comentarios. Todo lo que se
ha podido ver en los medios de comunicación produce una reacción
que es normal, pues para la mujer es un encuentro con lo real, no es
imaginario. Cuando cinco morlacos intentan hacer creer que una
joven, esté o no bebida, eso es lo de menos, se entregó a esa
jauría, entenderán ustedes que eso no se lo cree nadie. Pues
está claro que estos energúmenos ya se definen bien, "manada",
manada de lobos, además no tienen ningún inconveniente de
tatuarse lobos en su cuerpo. Los lobos van en manada para cazar, por
instinto depredador. Necesitan alimentarse.
Cuando estos
cinco psicópatas van a la caza, su instinto depredador es otro,
es una pulsión sexual perversa. Habitualmente en estos
grupos suele haber un líder, que es el más psicópata de todos,
pero la psicopatía de los otros no tiene inconveniente en seguirle
y alienarse a él, esa es una estructura psicológica. La joven
cumple la función de objeto de goce para ellos, ahí no hay
humanidad, solo intento de degradar a la víctima, utizando sus
argucias para conseguir el fin perverso... la excitación sexual hasta
conseguir el orgasmo. La joven sólo es para ellos un juguete que se
pasan unos a otros, y es una situación de gran peligro para la
joven. Cinco bestias excitadas entre ellos mismos con la caza, con el
agravante de registrarlo en video, eso es una violación, es más, aterra
pensarlo, pues en este caso han dejado muchas pruebas de ello.
A la
joven no había que hacerla declarar, con 18 años una
experiencia así la marcará para toda la vida. Acabó en un banco
sola y aterrada, y una pareja es testigo de esa escena y llaman al
112, ¿cómo la verían? Esta joven una vez se vió acorralada, su
instinto de supervivencia funcionó, y su misión era colaborar en todo
aquello que le pidieran para acabar cuanto antes esa locura, sin chillar
ni enfadarlos, pues una zarpazo de una de las bestias la hubiera
podido matar.
Señor
magristrado, entérese, sus ojos no vieron lo que ocurrió allí, a
una joven agradando a cinco psicópatas y suerte que no protestó.
Tendría muchas posibilidades de estar muerta. ¿Se pregunta porque
cerró los ojos? Ver los ojos de un psicópata aterra a una mujer. En
nuestro gabinete multidiscilplinar de psiquiatria, psicología y
psicoanálisis, que llevamos muchos años trabajando, para nosotros éste es un caso claro de violación, aunque las leyes digan lo
contrario.
Vale
ya de esta sociedad patriarcal, machista, judeocristiana, etc... En
este caso tan mediático a veces viene bien tener datos, y cuando se
pasa la linea roja hay que atenerse a las consecuencias de los actos.
La sociedad responde. Señores magristrados, señores jueces, juzguen
bien, ¿que pasaría si fueran sus hijas, sus mujeres o sus nietas?
Tengan el valor de mirar las mujeres a los ojos, porque ya vale
de que en pleno siglo XXI las mujeres sigan teniendo miedo a los
hombres. Evolucionen y apliquen bien las leyes con justicia, eso es
lo que se espera de ustedes.