Hace unos dias salía en televisión el caso de un joven que pesaba casi 400 kilos y las dificultades que había para trasladarlo al hospital. Tuvieron que adaptar un camión y además echaron abajo una pared de su habitación para sacarlo… Me quedé perpleja al escucharlo. ¿Cómo puede llegar una persona a esta situación límite?
Escuchaba en la televisión a sus hermanas chillar por el maltrato que recibía su hermano. Lo cierto es que no tiene que ser fácil mover a un sujeto de casi 400 kilos. Pero la pregunta es: ¿Que pasó? Pues para alcanzar este peso se necesitan años de abandono. Por lo que pude oir de la madre, era un niño con problemas de tiroides, diagnosticado por profesionales de la medicina. Cabe preguntarse si la familia siguió el protocolo que requiere este problema. Una llega a pensar en Hansel y Gretel, está claro que le ayudaron a alimentar su voracidad y su pulsión de muerte, pues en este momento la verdad es que su vida corre peligro, por el terrible desgaste del organismo con esta obesidad mórbida que padece.
En España en los últimos años hay un aumento de la obesidad, han cambiado los hábitos alimenticios, hemos pasado de una buena dieta mediterránea a comer mal, productos que contienen aditivos, ahora es casi como hace años que veíamos en EEUU, es lo primero que llamaba la atención al ver tantos obesos cuando llegabas ahí. Pues en España desde hace unos 10 años es un tema alarmante y tiene un crecimiento exponencial. Como no se ataje el problema, lo tendremos con la Sanidad, tendremos un aumento de enfermedades como la diabetes, cardiovasculares, óseas, etc. Toca tomárselo en serio, educar a los niños de pequeños. La comida basura, fuera, y no alimentar a las multinacionales de la alimentación. Y desde los medios de comunicación toca tomar conciencia del problema.
He querido tratar este problema desde el campo de la sociología, porque es un problema que abarca a toda la sociedad, por no meterme ya en el problema psicológico que representa para el sujeto el comer compulsivamente para apaciguar su angustia, porque ya tendríamos que tratar los transtornos de la alimentación.
