miércoles, 25 de julio de 2018

Stephen Hawking



Yo he sentido una gran admiración por Stephen Hawking. Reconozco mis pocos conocimientos de física, pero eso no quita la curiosidad y fascinación que siento por el universo. Quizá por  haber nacido en un lugar que carecía de contaminación lumínica y las noches rasas permitían ver en el firmamento  infinitas estrellas.

Los niños sienten sopresa y curiosidad por lo inmenso y a mí me ocuirrió eso. Precisamente por eso siempre he tenido un telescopio. Y he tenido la suerte de ver cosas preciosas, por ejemplo en 1985 el cometa Halley y en 2016 la inmensa luna que no se veía desde 1948. Fue un espectáculo 
ver los valles, los cráteres, su brillo, etc...

Además he tenido la suerte de vivir en lugares donde se ven las estrellas, las ciudades se deshumanizan en este aspecto. A mis hijos en algunas mañanas de esos amaneceres que se veía Venus  el lucero del alba, les despertaba para que lo contemplaran. También les enseñaba la luna, las estrellas y a distinguir las constelaciones.

Pero volviendo a Stephen Hawking, una mente tan brillante en un cuerpo tan frágil despierta ternura y admiración, al menos en mi caso.

El mundo de las matemáticas, de la física, también de la filosofía, todo está ligado a las preguntas que nos hacemos en el psicoanálisis sobre el sujeto. Volviendo a mi curiosidad por la física, me gusta mucho escuchar y ver los debates de la física teórica, acerca del infinito, de los agujeros negros, etc... 

Hace poco en uno de estos debates me soprendió el moderador por sus inocentes preguntas, o no tan inocentes. Una de ellas era sobre la religión, si los científicos creían o no en Dios, preguntas de ésta índole, y comentaba un físico del debate, uno de los colaboradores de Stephen Hopwin, que era muy religioso, y decía "mi madre lo es. A mi madre no la toquéis, y ésto es dogma de fe...."  y seguimos trabajando en la ciencia.

También se hacian preguntas de política, y a uno de ellos le preguntaban qué opinaba de las fronteras y los nacionalismos. Se calla un momento y contesta: “Somos un pedrusco a toda velocidad por el universo, contéstese usted mismo”.

En fin, creo que estos hombres están en otra galaxia mental, y a veces nuestro universo mental les viene pequeño.